Terapia de Aceptación y Compromiso
La Terapia de Aceptación y Compromiso es la más extendida de las conocidas como Terapias de Tercera Generación o Terapias Contextuales. Este nuevo bloque de terapias nace de toda una serie de avances científicos en investigación de psicología básica (cómo funcionamos las personas, qué nos hace actuar de una manera u otra, qué es un pensamiento, una emoción…)..
A día de hoy ACT destaca por su abundante y creciente evidencia empírica. Se ha demostrado su eficacia en una amplia variedad de problemas psicológicos, entre los que se incluyen ansiedad, depresión, dolor crónico, obsesiones, o adicciones, entre otros.
ACT asume que lo que le sucede a una persona en cada momento tiene que ver con su situación presente en interacción con la historia personal previa.
La influencia de la historia personal previa se puede dividir en dos dimensiones. Por un lado, aquellas experiencias que uno carga en su mochila personal. Por otro lado, las personas aprendemos a comportarnos de un modo u otro, y a seguir una serie de reglas internas con las que nos movemos por el mundo, fruto de nuestra experiencia, socialización, educación y cultura.
¿Cómo funciona la terapia de aceptación y compromiso?
Imaginemos una persona que se sintió humillada durante un examen oral de pequeña.
- En el presente, encontrarse en una situación de hablar en público, o sentirse evaluada, puede generarle Eventos Privados (sensaciones de miedo, nerviosismo, sudor, pensamientos alarmantes…)
- El cómo haya aprendido esta persona a actuar ante dichos Eventos Privados, ante el malestar, será determinante en el tipo de vida que llevará.
- Un patrón de evitación rígido, podría llevarla a evitar a toda costa encontrarse en alguna situación similar.
- Un patrón de evitación basado en la lucha, puede hacer que la personase centre en no estar nerviosa, en tranquilizarse. De esta forma, pondrá el foco en el malestar y no en aquello que era importante en ese momento.
- Un patrón flexible en cambio, puede permitirle llevar una vida centrada en el aquí y ahora, en lo importante en este momento.
Así pues, fruto de la historia previa las personas solemos tener ciertas tendencias de comportarnos de un modo u otro ante una situación dada. Es ahí donde suelen surgir los problemas psicológicos.
En gran parte se debe a que hemos crecido en un entorno en que, sin evidencia ninguna, se han instaurado “verdades” del tipo sentirse bien para vivir bien, la idea de que uno puede controlar sus emociones bajo propia voluntad, o explicaciones del placer y la felicidad como ausencia de sufrimiento. Pero resulta que las cosas buenas y malas de la vida son parte de una misma moneda.
Consecuentemente la Terapia de Aceptación y Compromiso se centra no tanto en la búsqueda de “sentirse bien”. Sino en ayudar a las personas a que puedan llevar la vida que desean llevar.
¿Cómo se desarrolla el trabajo en ACT?
Se suele desarrollar a través de 6 ejes de trabajo:
Aceptación: Aceptación no significa resignación o rendición ante el malestar. Aceptación significa una actitud de apertura a la experiencia, estar dispuesto a ver, sentir, pensar, lo que aparezca, sin resistencias ni lucha.
Momento presente: Estar en el momento presente implica estar en el aquí y ahora.
Valores: Los valores son el horizonte hacia el que caminar. Hacen referencia a qué tipo de persona se quiere ser, qué tipo de amigo/a, de pareja, de hijo/a, padre, trabajador/a…
Compromiso con la acción: Comprometerse con la acción implica establecer metas en la dirección de los valores elegidos, y actuar en esa línea haya o no presencia de malestar. Significa que la finalidad de lo que uno hace sea avanzar en la vida, y no centrarse en reducir sensaciones negativas o perseguir positivas de forma inconsistente.
Yo-Contexto: El desarrollo del yo-contexto es experimentar esa parte de uno estable y esencial, que siempre ha estado ahí, desde la cual se pueden observar pensamientos, sensaciones físicas, emociones… con cierta perspectiva, diferenciándose uno de aquello que tiene en el momento.
Defusión: La defusión es la habilidad de observar los pensamientos, emociones, sensaciones… Como lo que son, meros pensamientos, emociones, sensaciones, diferentes de uno como persona, y sin necesidad de actuar acorde a ellos. (Pensar “estoy teniendo un ataque al corazón” es distinto de tenerlo).
A través de estas 6 áreas de trabajo, se promueve la flexibilidad psicológica con la que uno puede decir sí a la vida, y decir sí a la vida implica decirles sí a las cosas buenas, y también a las malas, y poder avanzar y construir una vida rica en presencia de sensaciones, emociones y pensamientos positivos, así como negativos. Se trata de hacer grande a la persona ante su malestar, con un repertorio de habilidades que le permitan ir con él cuando se presente.