La importancia del yo social frente al individualismo
By: Raquel Molero
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La importancia del yo social frente al individualismo
2 diciembre, 2019La importancia de yo social frente al individualismo. Variables que median entre el yo y el nosotros.
Desde el comienzo de las sociedades humanas hace 2.4 millones de años, la evolución ha hecho “entender” a los organismos que la importancia en la evolución y el progreso no reside en el individuo si no en la población.*1, es decir en nuestro Yo social.
Y este mandato de la evolución está fundamentada en una serie de ventajas apabullantes de cara a la supervivencia. Por ejemplo las defensas térmicas, respuestas defensivas frente a los depredadores, mayor capacidad de conseguir alimento, locomoción, y reproducción.*2
El sistema nervioso humano evolucionó bajo la premisa anterior. Lo colectivo aumenta la probabilidad de supervivencia de la especie. De ahí que el llamado cerebro triuno de Mac Lean que divide el cerebro en : reptiliano, límbico y neocórtex, dedica dos de estos “cerebros” a funciones complejas y específicas del desarrollo social de nuestra especie.
¿Qué funciones engloban el cerebro Triuno?
Por ejemplo el sistema límbico es el responsable biológico de las emociones. Dichas emociones tienen una función claramente social. Prueba de ello es, que ese cada emoción tiene una expresión facial y corporal. Están diseñadas para ser vistas e interpretadas por el grupo, para facilitar una adaptación del entorno y del sujeto cuando éstas aparecen. Pongamos un ejemplo más claro. La emoción enfado se expresa a través de la cara, mandíbula apretada, ceja baja , boca cerrada, la tez de la piel más roja, el cuerpo también comunica con los puños cerrados, el cuerpo ligeramente más ladeado hacia delante, tensión abdominal… Toda esta información llega en milésimas de segundo al grupo, y puede estimular una respuesta de no confrontación y negociación (no mirada directa a los ojos, tono de voz calmado o suave, y distancia corporal prudente). También puede estimular una conducta de otro miembro del grupo hacia la confrontación.
Por otro lado, el neocórtex tiene importantísimas funciones sociales. Entre las que destaco el desarrollo del lenguaje, y el desarrollo de las neuronas espejo. En estas últimas reside la empatía y la compasión, aspectos imprescindibles en la dinámica saludable de un grupo.
Está evolución del cerebro social, se debe a que si un ser humano desde la etapa prehistórica era apartado de la comunidad, era prácticamente sentenciado a muerte. De ahí se explica la profunda reacción aversiva que tienen los humanos modernos al rechazo del grupo. Cuando nos sentimos no aceptados por los demás estamos biológicamente diseñados a sentir miedo y fragilidad. Aunque en la actualidad la exclusión no nos lleve a situaciones de vida o muerte, nuestra biología lo “siente “ como si fuera así. Por el contrario, cuando existe pertenencia al grupo la sensación biológica es de seguridad y de mayor fortaleza.
De hecho el aislamiento es considerado un factor de riesgo psicopatológico.
En el otro lado de la moneda, frente a traumas y catástrofes el apoyo social percibido potencia la resiliencia.
Y, ¿Qué es lo que debemos tener en cuenta en relación con el entorno social?
Con lo expuesto hasta ahora queda claro la importancia en nuestra vida de nuestro yo social. A continuación les muestro 3 variables que me parecen muy importantes en nuestra relación con el entorno social, por supuesto hay muchísimas más.
El apego seguro.
El apego es el vinculo que se inicia al comienzo de nuestra vida con la principal figura de cuidados, generalmente la madre. Hay dos aspectos que quiero destacar
-Al ser la crianza del ser humano tan larga, comenzamos la vida desde una dependencia absoluta, el bebé no puede correr, buscar alimento, ni cobijo, ni calor, ni calmarse ni dormirse solo, únicamente tiene dos herramientas para la supervivencia: 1) producir un profundo amor en sus cuidadores por su sola existencia y 2)reclamar con sus lloros la presencia de su figura de apego: la persona adulta que la tiene que proteger, y cubrir sus necesidades ya que él no puede. Es como si este vínculo generará en el cerebro del bebé una sensación profunda y genuina de seguridad y confianza en sí mismo y en el mundo, y concretamente en el mundo social.
– Si este vínculo está dañado por la no disponibilidad emocional o física de un adulto, o incluso por la presencia de una figura de apego violenta (lo que constituye una paradoja evolutiva, confiar en quien te daña) queda en el cerebro del bebé una impronta estructural y profunda que determinará todas las relaciones sociales. Por explicarlo con un ejemplo sencillo, puedes encontrarte a las persona más amorosa, respetuosa y cálida pero como tengas un apego inseguro, ansioso o desorganizado, no te generará ni seguridad ni tranquilidad dicha relación social.
Las transferencias
Imaginémonos que te has criado con una apego seguro, pero que en la etapa adulta en una relación social te llevas una decepción derivada de la traición. Te pilla tan desprevenida que esa situación provoca que tu Sistema Nervioso no sea capaz de elaborar el dolor provocado, se queda bloqueado en la “trastienda de nuestra cabeza”. Pasan los años, y nos encontramos con otra persona que hace algo que no nos gusta, y para nuestra sorpresa nos genera una respuesta emocional desproporcionada o exagerada. Hemos volcado nuestra reacción emocional pasada en una persona del presente, una transferencia. Cuando dolor ahorraríamos a nosotros y a los demás si identificáramos cuando nos pasa esto.
Expectativas sobre los otros:
La mejor manera de explicarlo viene de mi colega y mentora Vanessa Díaz, con esta sencilla Metáfora recordaremos que buena parte del sufrimiento que nos generan los otros, tiene más que ver con nuestras expectativas que con los actos ajenos. Como ella me explicó en su día: “ Es como si vas a un Naranjo y pretendes conseguir limones, y te frustras y enfadas porque no te da limones. Incluso lo críticas e insultas, y llegas a decepcionarte una y otra vez, llegando a entristecerte, por que el naranjo no te da limones” Es importante para nuestras relaciones sociales entender y respetar lo que cada persona es, sin pedirle que sea lo que esperamos o queremos.
Por ese motivo, cuando suframos por un tema social, no lo simplifiquemos en buenos y malos, de verdad, de verdad lo que hay detrás de la consciencia es mucho más complejo.
1*Biología de las sociedades. Sociobiología aplicada a insectos del orden de himenópteros
2*David Callejo Comportamiento sociales en animales. Vivir en grupo. www.zooportraist.com
3* Vanessa Díaz Fernández directora del Centro Sant Andreu Psicòlegs.
Cristina Rodríguez. Psicóloga. Especialista en trauma, trastornos de ansiedad y depresión. Experta en duelo, terapias de pareja y sexualidad.
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